El primer fin de semana de julio, como es tradición, se ha celebrado la 47 Edición del Concurso Literario “Molino de la Bella Quiteria”. En esta nueva edición se han presentado más de ochenta trabajos acogiéndose a las bases de este particular que no cuenta con premios con dotación económica, sino que los ganadores reciben una pieza artesanal creada para la ocasión por el ceramista conquense Rubén Navarro y una navaja de Albacete.
En esta nueva edición, se han reconocido la alta calidad de los trabajos presentados, dando paso a un homenaje a Adrián Navarro, célebre ceramista.
La creación de este concurso literario supone un punto de encuentro para oradores de toda España y en ocasiones internacional. El carácter de este concurso, lo hacen único, ganando en prestigio y calidad año tras año. Tras el fallecimiento de Enrique García Solana, cronista oficial de la Villa Munera y gran estudioso de Cervantes y su obra, continuó con el proyecto de su mujer Amparo Gavidia Murcia y sus hijos, Quique y Mª Lola. Tras el fallecimiento de éstos, continuan este proyecto sus nietos Julia, Quique y Carlos.
El Molino de la Bella Quiteria fue construido en 1975 por el matrimonio Enrique García Solana y Amparo Gavidia Murcia, en un lugar próximo a los Casares, donde la tradición oral cuenta que tuvieron lugar las célebres Bodas de Camacho. Posteriormente, Cervantes incluyó la narración de las mismas en los capítulo XIX, XX y XXI de la segunda parte del Quijote. Además de museo etnográfico, su evento principal es acoger la entrega de premios de este particular Concurso Literario, uno de los más longevos de la región.